Por Pepu Ricca
Corría el año 2012 cuando una Google algo más inexperta aprovechaba su evento anual de desarrolladores para presentar algunas novedades que sentarían cátedra. A la novedosa (por aquella época) versión 4.1 de Android, llamada Jelly Bean, se sumaban dispositivos que marcarían época como la mítica Nexus 7. Por ahí apareció el misterioso Nexus Q, una especie de dispositivo multimedia para el salón.
Como decimos, fue anunciado en el Google I/O 2012, pero los meses posteriores al evento fueron una montaña rusa para el dispositivo. Primero, presumió de haberse fabricado en EEUU, después se retiró, posponiéndose el lanzamiento. Ya en el último tercio del año, se anunció su muerte oficial, diciendo adiós para la eternidad. Hoy, 12 años después, no lo hemos podido probar, pero sirvió para dar forma a uno de los gadgets más conocidos de nuestro hogar. ¿Sabes a qué nos referimos?
Qué era el Nexus Q: anuncio sorpresa, piedras en el camino y fracaso final
El Nexus Q se presentó junto a Android 4.1 y a la conocida tablet Nexus 7, abriendo nuevas posibilidades a la familia de hardware que Google había creado. En ese momento, no teníamos opciones similares a los “top box” de Android TV, ni siquiera contábamos con televisores inteligentes con el sistema operativo del robot verde.
Pero Google ya sabía hacia dónde se dirigía el mercado de los dispositivos inteligentes, el Nexus Q fue la respuesta a una demanda creciente que terminaría siendo un fracaso. Quizá adelantado a su tiempo, o quizá destinado a llevarse el golpe comercial, pero en aquel entonces era difícil imaginar que supondría el principio de una familia de dispositivos exitosa.
Con un diseño similar a lo que vemos en los altavoces inteligentes de Amazon, no se trataba de un altavoz sino de un reproductor multimedia con salidas de vídeo. Sí, el precio a pagar nos sonará hoy exageradamente caro (299 dólares), sobre todo teniendo en cuenta que su evolución natural no pasa de los 70 euros. Lo cierto es que finalmente, y tras varios obstáculos, cedió ante el sino, que lo llevó a su muerte.
En realidad, sí que contaba con cierto aire de exclusividad, porque la misma Google diseñó unos altavoces a juego con el reproductor, siendo estos todavía más costosos que el propio dispositivo. Pero lo verdaderamente importante es que puso la primera piedra en uno de los enlaces más deseados: el televisor y nuestro móvil.
Un año después tuvo lugar el Google I/O 2013, en el que la compañía de Mountain View mostró un nuevo gadget que duraría hasta la actualidad. Se trataba del Chromecast original, un dongle HDMI que se conectaba a cualquier televisor para dotarlo de funciones conectadas a la red.
La primera versión (ya obsoleta para Google) tuvo un éxito considerable, pero su segunda generación lo volvió muy popular. Al final, el experimento del Nexus Q sirvió como base para la familia Chromecast, que tantas ventas y éxito ha cosechado.
¿Cuáles son los siguientes pasos de esta familia? Pues bien, continuar agrandando su leyenda. Hace meses comenzaron los rumores sobre un nuevo Chromecast con Google TV, solventando en gran parte los defectos de los modelos actuales. Las quejas de los usuarios hacen referencia a la poca cantidad de almacenamiento disponible, así como un rendimiento no del todo sólido.
Si las filtraciones apuntan a la verdad, no tardaremos demasiado tiempo en conocer el siguiente paso en el camino del Nexus Q. Un dispositivo sin éxito en su momento, pero con una sombra más alargada de lo que hubiéramos imaginado.